La generación eléctrica más limpia del planeta se encuentra en Latinoamérica, asegura el Banco Interamericano de Desarrollo
Un 60% de la energía eléctrica que se consume a lo largo y ancho del territorio latinoamericano proviene de fuentes renovables, especialmente de aprovechamientos hidráulicos. En el resto del mundo, la participación de la producción de electricidad verde apenas llega a un 25%.
Según informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). La región más amigable con el medio ambiente a la hora de generar electricidad como Latinoamérica. Según el relevamiento, la producción latinoamericana de energía eléctrica sustentable explica un 60% del volumen consumido final. “La vía más empleada a nivel regional es la hidroeléctrica”, puntualizó el jefe de la División de Energía del BID, Ariel Yépez.
Esto surge gracias a la amplia disponibilidad de recursos naturales en todo el Sector. “A esto se suma el hecho específico de que países como Brasil, Perú, Colombia y Venezuela están aprovechando cada vez más su potencial hidráulico”
Adicional a esta ventaja es el hecho de que las tecnologías para desarrollar energías verdes son cada vez más económicas. “Los costos de las herramientas tecnológicas de generación renovable vienen en declive en relación con otras opciones, por lo que la producción hidroeléctrica, la eólica y la solar están ganando mucho atractivo”, Comento Yépez.
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El BID resalta los beneficios que aportan las fuentes energéticas alternativas a la región al diversificar las matrices energéticas nacionales y reducir los niveles de vulnerabilidad con respecto a la volatilidad de los precios del petróleo. “El único problema que presentan las energías verdes es que, en algunos casos, dependen de las condiciones meteorológicas. Por eso es deseable desarrollar distintos tipos y no apostar por una sola fuente. Hay una alta correlación entre los años de sequía y el crecimiento en la capacidad de generación eólica”.
Sobre la base de la iniciativa “Energía Sostenible para Todos” (SE4ALL, por sus siglas en inglés) que promueve la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se estima que para 2040 la demanda latinoamericana de energía trepará un 91% en función de un mayor índice de industrialización y crecimiento de las capas medias.
Ante ese escenario, la región tendrá que optimizar sus diseños urbanos y logísticos para seguir liderando la producción mundial de energía verde. “Habrá que empezar a pensar en la eficiencia de los edificios y replantear la red de transporte”, comento la directora ejecutiva SE4ALL, Jane Ebinger.
Al fin y al cabo, apuntó, el acceso universal a un suministro de energía asequible, seguro, sostenible y moderno es uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que todos los países suscribieron en el Acuerdo de París (el cual acaba de ser ratificado y entrar en vigor durante la COP 22 de Marruecos). “Latinoamérica, como el resto de las regiones, deberá cumplir rigurosas metas de mitigación de los efectos negativos del cambio climático hasta el año 2030”.
A fin de disminuir el consumo de combustibles, añadió, será necesario rediseñar las grandes urbes. “La idea es que los ciudadanos no tengan que viajar tanto y mejorar el transporte público”
Más allá de los auspiciosos avances que viene registrando la Argentina en la materia, sobre todo a partir del éxito de licitatorio del Plan RenovAr, uno de los casos más destacables del boom de energías verdes en Latinoamérica es el uruguayo. Hoy en dia, prácticamente un 100% de la matriz eléctrica charrúa se abastece de fuentes limpias.
De acuerdo con Oscar Ferreño, director gerente de la firma especializada Ventus, aunque Latinoamérica es un área muy rica desde el punto de vista energético dicha riqueza no está distribuida de manera uniforme. “No obstante, el ejemplo de Uruguay podría replicarse en toda la región”.
Acoto que la nación rioplatense será uno de los mercados “más eólicos” del mundo. “No se avizoran inconvenientes para la instalación de los 1.500 Mw previstos”. En su opinión, la energía eólica no es firme en el sentido tradicional, porque no puede garantizar la potencia en las horas pico. “Pero sí resulta muy confiable en el mediano plazo. Es por ello que su combinación con la energía hidroeléctrica es ideal”.
“Medimos a razón de 1 Mw a producir por cada 30 hectáreas (Has). Y a ese gran potencial se sumó una reglamentación ventajosa para los distribuidores, los avances tecnológicos y el complemento con la generación hidroeléctrica”,