Royal Dutch Shell está intentando reinventar uno de los negocios que fueron más rentables el pasado: la extracción de crudo en aguas profundas y ultraprofundas, están creando un plan que permita competir con la revolución que ha generado el fracking entorno a los precios del petróleo, desafían los métodos tradicionales de extracción de petróleo con su carácter crítico e inconformista, buscan que la extracción de crudo en aguas profundas y ultra profundas se vuelva rentable o low cost aplicando inversiones que permitan llevar tecnologías avanzadas y eficientes a zonas offshore.

 

Enfocan este plan a pozos que ya están abiertos en el Golfo de México, de tal manera que se pueda extraer todo el crudo que sea posible.

Las nuevas tecnologías que ya se han aplicado están permitiendo perforar pozos en aguas profundas con unos costos de 50% menos y con una puesta en escena un 30% más rápida.   Aguas someras se consideran hasta 125 metros (410 pies), aguas profundas van desde 125 metros hasta 1.500 metros (4.921 pies) y aguas ultra profundas después de los 1.500 metros.

Los gastos se han reducido en un 25%, en el Golfo de México y en Brasil, a medida que se necesitan menos operaciones para realizar todas las operaciones. Además, se ha recortado el número de buques de apoyo que transportan equipos, maquinarias, alimentos y otros universos para las plataformas flotantes.

En las aguas profundas y ultraprofundas la producción de petróleo sigue creciendo a un mayor ritmo y es ahí donde se espera que Shell y otros gigantes centren sus esfuerzos.  La extracción de crudo se centra en Brasil, EEUU, Angola y Noruega, siendo Brasil y EEUU los países con mayor potencial.

DEJA UNA RESPUESTA

Please enter your comment!
Please enter your name here