El programa H1B, para trabajadores calificados, que la industria tecnológica utiliza mucho, sufrirá restricciones bajo el decreto “Comprar estadounidense, contratar a estadounidenses” “Las visas H1B son solamente para los mejores”, dijo el presidente de losEstados Unidos, Donald Trump.
A continuación firmó la orden ejecutiva con la cual comenzó la reforma del programa que regula las visas de trabajo. El decreto “Comprar estadounidense, contratar a estadounidenses” tiene dos objetivos: disminuir la cantidad de visas para empleados extranjeros y lograr que las dependencias del gobierno contraten más productos y servicios de empresas y trabajadores del país. No se trata de cambios inmediatos, sino que se ordena a los departamentos de Estado, Trabajo, Justicia y Seguridad Nacional que realicen revisiones del programa y recomienden qué medidas se pueden aplicar directamente, sin que sea necesaria la intervención legislativa.
El gobierno busca cambios administrativos, por ejemplo, el aumento del valor de las visas y el reajuste del sistema de lotería que actualmente se utiliza para otorgarlas. Trump se propuso “promover de forma agresiva que los estadounidenses produzcan los bienes” y “asegurar que se contrate a estadounidenses para hacer el trabajo”. Entregar visas H1B por un sistema de lotería, dijo, “está mal”.Su reforma implicará que se las otorgue “a los solicitantes más preparados y mejor pagados” y nunca “para reemplazar a los estadounidenses”.
La fanfarria comenzó a sonar apenas Trump mostró a las cámaras el decreto firmado durante su visita a la empresa de herramientas Snap-On Tool en Kenosha, Wisconsin, un estado que ayudó a su elección. El mandatario combinó en una misma orden la política migratoria y la normativa federal de aprovisionamiento, dado que ambas cuestiones se cuentan entre sus compromisos electorales de nacionalismo económico. Las empresas tecnológicas insisten en que el programa se utiliza para atraer talentos, pero los críticos responden que muchas terminan en una virtual tercerización de firmas para los empleos tecnológicos menos remunerados.
Contra “los abusos” —como calificó el presidente— en el uso de H1B, el nuevo sistema deberá asegurar que se cumpla el espíritu original del visado: importar trabajadores de gran calificación y con altos salarios para cubrir puestos especializados o técnicos.
El programa H-1B permite la contratación anual de 85.000 extranjeros para puestos que requieren gran calificación. Es muy utilizado en la industria tecnológica: más del 15% de los empleados de Facebook utilizaron una visa H1B en 2016. Según la Casa Blanca, las directivas que regulan la emisión de visa se han diluido con el paso del tiempo, y eso perjudica a los trabajadores estadounidenses. Trump acusó a las empresas que lo usan de “importar trabajadores con salarios bajos para quitarles los empleos a los estadounidenses jóvenes con educación universitaria”.
La orden ejecutiva no llegó a extremos tan polémicos como la suspensión del programa por uno o dos años, como el republicano había dicho durante la campaña. Y no tendrá efecto en las visas que se autoricen en 2017, ya que normalmente el cupo se completa en pocos días, y los pedidos se comenzaron a recibir el 3 de abril. Entregar visas H-1B por un sistema de lotería, dijo Donald Trump, “está mal”. La prensa destacó que el decreto no afecta el programa H-2B, al que Trump ha recurrido para contratar al personal de Mar-a-Lago.
La sección referida a “comprar estadounidense” restringe la aplicación de excepciones para circunvalar las normas que favorecen la compra de productos estadounidenses. Por ejemplo, ahora se exige que las oficinas del gobierno evalúen si una licitación logra el mejor precio porque sus prácticas comerciales son injustas. Además de reforzar el cumplimiento de las leyes que obligan al gobierno a elegir proveedores nacionales cuando le resulte posible, la orden incluye propuestas de cambios a los acuerdos de libre comercio a los que adhieren los Estados Unidos.