Según Miguel Galuccio, CEO de la compañía, “Una de las empresas de referencia en la industria petrolera de América Latina será Vista Oil”, dice, “somos ambiciosos, pero tenemos sustancia: capital humano de primera, contamos además con recursos financieros y acceso a la tecnología (…) La empresa nace en una coyuntura propicia: nunca habían estado abiertos simultáneamente los sectores energéticos de los cuatro mayores países de América Latina”.
Explica galuccio, se trata de crear algo nuevo: una empresa petrolera de nueva generación “Hay un espacio para generar una gran petrolera independiente en América Latina, un latam champ. Lo que estamos haciendo puede ser transformador. Una empresa, basada en México, haciendo inversiones en la región marca un camino y abre brecha para otros”.
La empresa petrolera Vista se convierte en la primera en cotizar en la Bolsa Mexicana de Valores. Captó 650 millones de dólares en una emisión a través de un nuevo instrumento, el SPAC. Alrededor de 300 millones de dólares fueron de instituciones mexicanas, principalmente afores. Tiene un plazo de hasta 24 meses para concretar su primer proyecto, “ya empezamos a analizar las opciones. Nos concentraremos en cuatro países, México, Argentina, Brasil y Colombia (…) en el corto plazo uno de los retos serán las calificaciones”, reconoce Galuccio, “debemos construir un historial (track record)”.
Una de las preguntas que más le hicieron los inversionistas potenciales fue, cómo la situación política de América Latina puede afectar los planes de la empresa, dijo Galuccio, “la respuesta que les damos es que estamos viviendo una nueva etapa de pragmatismo energético. El driver (conductor) es la necesidad económica de los países. El color político no cuenta o cuenta muy poco. De esta nueva realidad nace la reforma energética en México y las nuevas decisiones que está tomando Petrobras, está haciendo farmouts, reduciendo los requerimientos de contenido nacional”.
El ejecutivo agregó “México tiene enormes oportunidades y por eso representa un gran desafío. Por la cantidad de recursos energéticos y por los retos que implica desarrollar los proyectos. Todas las cosas acá llevan tiempo. Tienes dos carriles que van a dos velocidades, lo que va por Pemex y lo que va por la CNH. En la Ronda Cero, las reservas 2P se dividieron, 80% para Pemex y lo que estamos viendo que va muy rápido es el otro 20% que se quedó en la CNH para licitaciones”. En la estrategia de Vista para México, 80% de los recursos que están en manos de Pemex le llama la atención. Las asociaciones o farmouts con Pemex son cruciales, lo mismo que los contratos de servicios, “nos gustaría que se definieran los términos fiscales, sin claridad en ellos, no hay forma de hacer un plan de inversión”.
Miguel Galuccio fue presidente de YPF, la mayor petrolera de Argentina. ¿Qué visión tiene de los otros países, donde Vista hará inversiones?, le pregunto. Empieza por su país, Argentina: “Para sacar petróleo, los argentinos hemos aprendido a rascar la olla y eso es una muy buena escuela. YPF produce 50% de recuperación secundaria. Hacemos la producción primaria y después barremos. En México, se hace muy poco esto. Hay un proyecto en Chicontepec”.
Explico el ejecutivo, Argentina es una referencia interesante. Ellos son el segundo productor mundial, después de Estados Unidos. “Allá se producen 75,000 barriles diarios, que es 10% de la producción del país. México tiene recursos no convencionales que en algún momento se podrían explotar, no hoy”.
Dijo sobre Brasil, “Ahora luce distinto, ha disminuido el apetito de los inversores. Antes se peleaban por conseguir una posición en Brasil, ahora ya no. Lo que antes se peleaban los inversionistas y pagaban a 10, vale cinco”. Para ajustarse a esa nueva realidad, los brasileños han hecho cambios, explica: Han bajado el contenido nacional, que era la mayor barrera de entrada. Han exhortado a Petrobras a hacer farmouts y flexibilizado los requisitos para calificar como operador, en ese aspecto, México es aún más exigente. Vista podría calificar allá como operador, en México no.
Al referirse a Colombia, su explicación es más breve: “Hizo un buen marketing, lo hicieron tan bien que, quizá, se les pasó la mano. Atrajeron muchísima inversión, más de la que podía encontrar rentabilidad razonable. Ahora mismo tienes compañías que tienen gente, una buena posición en Colombia y que podrían ser una buena adquisición”.