Compañías norteamericanas productoras de petróleo y gas se encuentran entre las más perjudicadas por las nuevas restricciones al alivio fiscal por pagos de intereses, señala un análisis del impacto de las reformas al régimen tributario. El sistema impositivo norteamericano, convertido en ley por el presidente Donald Trump poco antes de la Navidad pasada, redujo abruptamente el impuesto que pagan las sociedades, pero aun así significará mayores montos para algunas empresas debido a que fija límites a las deducciones fiscales sobre los pagos de intereses.

Se ejercerá presión, por parte de la nueva legislación,  sobre las compañías muy endeudadas para que disminuyan sus deudas y podría empujar a los grupos altamente endeudados hacia un declive mayor si disminuyen sus ganancias. Entre las más afectadas se encuentran las compañías de algunos sectores como gas y petróleo, minería de carbón, casinos y transporte en camiones, según Greensill Capital, una firma de financiamiento comercial.

Esta ley limita las deducciones tributarias sobre los pagos de intereses a 30% de las ganancias antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones (ebitda, por sus siglas en inglés) entre 2018 y 2020, y a un umbral menor a 30% a partir de 2022. Las restricciones implican que las compañías que tienen un ebitda inferior al doble de sus pagos de intereses “se verán poco beneficiadas o nada beneficiadas” con el paquete de reforma fiscal en general, según la agenda calificadora de riesgos Standard & Poors.

Si los límites a las deducciones para 2018-21 se hubieran aplicado en 2016, las empresas no habrían podido reclamar el alivio fiscal sobre el 39% de sus pagos de intereses, según Greensill. El límite para 2022 en adelante habría impedido el alivio sobre el 97% de esos pagos. Los precios del petróleo subieron desde 2016, lo que fortaleció las ganancias. Por lo tanto, el impacto de las nuevas normas en la práctica podría ser inferior a lo que indican los cálculos. Pero las cifras aún así indican que las restricciones probablemente tengan un efecto sustancial sobre los grupos petroleros fuertemente endeudados.

Se cree que el impacto de las reformas tributarias no será igual para todas las empresas, que se ven afectadas por otros cambios incluyendo el nuevo tratamiento fiscal para las ganancias generadas en el extranjero y la ayuda temporaria para aliviar la inversión en equipos. Deborah Byers, líder de grupo de servicios profesionales EY para la industria de Petróleo y Gas en los EE.UU, comentó: “Las compañías recién ahora están empezando a tomar conciencia de las implicancias generales de la reforma fiscal. Ha cambiado mucho”.

El sector salud también podría sentir un impacto significativo, que no habrían podido deducir el 41% de los pagos de intereses bajo las normas fijadas para 2022, y los casinos, que no podrían haber deducido el 59%. Roland Hartley-Urquhart, vicepresidente de Greensill, comparó esos cambios con la crisis financiera de 2008-09 en cuanto a que motivan a las empresas a tomar una visión completa de su organización y su estructura de capital. Espera que el financiamiento comercial del tipo que brinda Greensill, que permite a las empresas bajar la deuda de sus balances, podría ser una actividad que se beneficie como parte de la movida general por reducir costos.

El vicepresidente de Greensill dijo “Creemos y esperamos que la reforma tributaria derive en mejoras en la eficiencia de las compañías norteamericanas y extranjeras que operan en Estados Unidos”.

La agencia evaluadora Moodys advirtió que las restricciones en la deducción de intereses sería “procíclica”, ya que aumentará la presión sobre las empresas altamente endeudadas que tienen dificultades financieras. Los cambios impositivos serán un factor a tener en cuenta al momento de revisar las calificaciones crediticias en los próximos meses. “Al extremo débil del espectro podría irle peor como resultado de la reforma tributaria”, aseguró.

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