En la cuenca neuquina, la llave para que los proyectos de no convencionales den un nuevo salto, está en manos del ministerio de Energía que conduce Juan José Aranguren. Esa cartera tiene unos 26.000 millones de pesos para otorgar en subsidios, sólo para este año. Son parte de los fondos que alentaron la llegada de nuevas inversiones a la formación de hidrocarburos no convencionales Vaca Muerta. En plena vigencia de ese plan para sostener el ritmo de inversiones, ahora resta saber en qué plazo esos pilotos comenzarán a recibir el espaldarazo económico.
Ya fueron avalados 11 nuevos proyectos de empresas interesadas. El apuro del que dan cuenta se puede medir en millones de dólares: la puesta en marcha del nuevo subsidio, que en el 2018 prevé que puedan vender el gas que extraen en Neuquén a 7,50 dólares por millón de BTU, es un aliciente a producir cuanto antes. Si bien este programa se extenderá hasta el 2021, prevé su pico de precios este año. Luego seguirá un camino decreciente, con un piso nada desdeñable de 6 dólares por millón de BTU en el último año.
El nuevo Plan Gas tiene dos filtros fundamentales para su acceso. En un primer momento las operadoras tramitan el acceso ante el Ministerio de Energía de la Provincia; luego, y si reciben el OK provincial, acceden al Ministerio de Energía de la Nación, que finalmente da el visto bueno para el ingreso al programa estímulo.
Existe una suerte de incertidumbre por saber cuáles serán los proyectos beneficiados. Las áreas neuquinas no son las únicas con chances de recibir este refuerzo. También algunos proyectos de no convencionales en Santa Cruz están a la espera. Es decir, hay muchos aspirantes para una masa de recursos que ya tiene un número para este año: $26.000 millones.
Algunas empresas ya avanzaron. Es el caso de Tecpetrol, el brazo petrolero del grupo Techint, que el año pasado comprometió una inversión de 2300 millones de dólares en el área Fortín de Piedra. Viene dando saltos sucesivos en la producción de gas y generó cerca de 2500 puestos de trabajo. La garantía de buenos precios para el gas de Vaca Muerta la colocaron como un nuevo jugador de peso que mueve la aguja de la economía provincial.
Desde la perspectiva de la Provincia, el plan de subsidios fue una forma de evitar una crisis incipiente en la cuenca neuquina. Con la garantía de duplicar en el primer año de vigencia el promedio del precio que se paga, el nuevo Plan Gas le puso freno a la caída del empleo en el sector petrolero. Todo lo rápido que Nación apruebe los nuevos planes se traducirá en mayores ingresos en regalías.
A fines del 2016 hubo unos 1500 despidos. YPF no podía seguir costeando el elevado gasto que le suponía mantener unos 30 equipos parados, producto de la caída en la actividad por el derrumbe del barril del petróleo. Era una decisión política que le insumía la friolera suma de 100 millones de dólares por año. Cuando fue insostenible por más tiempo, cortó el millonario sostén con el impacto en los trabajadores ya explicitado.
En los albores de una crisis, el gobierno provincial, el sindicato y Nación cerraron filas en torno al nuevo subsidio, que tenía antecedentes en los programas impulsados durante los primeros años del desarrollo de los no convencionales.
Cuando era una realidad la llegada del nuevo estímulo, en el 2017, hubo un renovado interés de las empresas: con una inversión por encima de los 5000 millones de dólares, Neuquén esquivó una profundización de la crisis y terminó al tope, junto con Buenos Aires, en el ranking de inversiones. El nuevo plan gas ya se mostraba exitoso, con las empresas anticipando sus proyectos piloto, a la espera de entrar cuanto antes en el nuevo subsidio. La garantía de precios otorga un margen más que interesante, en una rama de la industria con riesgos importantes.
La petrolera YPF anticipó la semana pasada que ya cuenta con ocho proyectos a la espera de recibir este respaldo nacional. Las áreas donde realizará estos pilotos, en una primera instancia antes de pasar a una etapa de plena producción, son Salinas de Huitrin, Cerro Las Minas, Cerro Arena, Bajo del Toro, Las Tacanas, La Amarga Chica, Bandurria Sur y Aguada de la Arena.
El ministerio de Juan Aranguren ahora tiene la decisión final, en un contexto económico en el que el gobierno nacional ajusta por donde puede para no seguir acrecentando el gasto público. Está claro que hoy los desarrollos de gas y el ritmo de la economía provincial, en buena medida, pasan por el ritmo de este programa de incentivos.
Las operadoras, con YPF a la cabeza, están a la espera del pago de otra cifra millonaria. Se trata de una deuda del Ministerio de Energía en concepto de subsidios, por los programas de estímulo anteriores. Son los que permitieron los primeros desarrollos en Vaca Muerta. Parte de esto propició cierto nivel de tensión entre la conducción de la empresa y el Ministerio de Energía de la Nación.
El nuevo Plan Gas rige hasta el año 2021. Está previsto que el gas que se venda ese último momento se pueda comercializar a 6 dólares por millón de BTU. En el 2018 arrancó con US$ 7,50. Un 50% del gas que se produce en toda la cuenca neuquina proviene de reservorios no convencionales. En muy pocos años el shale gas se convirtió en la estrella de la formación Vaca Muerta, por la baja del precio del crudo.