La petrolera brasileña Petrobras contrató a un consorcio liderado por la empresa china Shandon Kerui Petroleum para construir, por un valor de 1.950 millones de reales (unos 590,9 millones de dólares), la mayor planta de procesamiento de gas natural de Brasil, informó hoy la compañía en un comunicado.
Se trata de la Unidad de Procesamiento de Gas Natural (UPGN) de Itaboraí, municipio en la región metropolitana de Río de Janeiro, que tendrá capacidad para procesar diariamente 21 millones de metros cúbicos de gas natural.
Petrobras, la mayor empresa de Brasil, necesita de esta planta para poder procesar y comercializar parte del gas que está extrayendo de sus concesiones en el presal en aguas profundas de la cuenca marina de Santos, que se han convertido en uno de los mayores polos de producción de combustible de Brasil.
De acuerdo con la Agencia Nacional del Petróleo (ANP, regulador), la petrolera controlada por el Estado brasileño pero con acciones negociadas en las bolsas de Sao Paulo, Nueva York y Madrid extrajo en enero pasado un promedio de 57,4 millones de metros cúbicos de gas por día de sus concesiones en la cuenca marina de Santos.
Pero la empresa prevé un fuerte aumento de esta producción cuando comience a operar con total capacidad las plataformas que viene anclando en el presal, un horizonte de explotación ubicado por debajo de una capa de sal de dos kilómetros de espesor y cuyas gigantescas reservas pueden convertir a Brasil en uno de los mayores exportadores mundiales de hidrocarburos.
La UPGN “permitirá ampliar la infraestructura de drenaje y procesamiento del gas del presal de la compañía, que saltará de 23 millones hasta 44 millones de metros cúbicos por día”, explicó la compañía en su comunicado.
De acuerdo con el contrato que Petrobras firmó el miércoles con el consorcio liderado por Shandong Kerui Petroleum y completado por la brasileña Método Potencial, la nueva unidad de gas comenzará a ser construida en el primer semestre de este año y entrará en operación en el segundo semestre de 2020.
Según la petrolera, además de destinar gas a las térmicas que producen electricidad en Brasil, desde la nueva planta también se podrá enviar el combustible a diferentes industrias y al sistema nacional de abastecimiento de vehículos.
Petrobras agregó que la planta, además de darle viabilidad a las estructuras para aumentar el gas producido en el presal, permitirá que Brasil reduzca significativamente sus actuales importaciones de gas natural, procedente principalmente de Bolivia.
La planta de procesamiento de gas forma parte de un proyecto conocido como “Rota 3” (Ruta 3), que también prevé la instalación de un gasoducto de 355 kilómetros de extensión, de los que 307 kilómetros por el lecho del mar que ya fueron construidos, para poder conducir el gas hasta la procesadora.
La construcción de la UPGN, además, permite la retomada de las obras del Complejo Petroquímico del Estado de Río de Janeiro (Comperj), un ambicioso proyecto que incluye una refinería y varias plantas petroquímicas que fue paralizado hace dos años debido a las dificultades financieras de la empresa y al descubrimiento de que era blanco de millonarios desvíos.
El Comperj, cuya paralización tras casi 14.000 millones de dólares invertidos dejó a miles de personas desempleadas, se convirtió en uno de los mayores símbolos del gigantesco escándalo de corrupción que fue descubierto en el seno de la petrolera estatal.
Petrobras informó igualmente que está negociando asociaciones, posiblemente con otra empresa china, para concluir las obras de la Refinería Trem 1, que forma parte del Comperj y cuya operación está prevista en el plan de negocios de la petrolera para el quinquenio 2017-2021.