El NREL (Laboratorio Nacional de Energía Renovable) de Estados Unidos está desarrollando tres proyectos basados en el uso no convencional de la energía geotérmica para impulsar nuevas aplicaciones de almacenamiento de energía sin necesidad de usar baterías. Estos proyectos forman parte de la Iniciativa de Modernización de la Red del Departamento de Energía (DOE). El almacenamiento de aire comprimido en los pozos de gas agotados, el uso de la geotermia en áreas de clima frío, y la tecnología híbrida geotérmica-termosolar “podrían ofrecer nuevas opciones para el almacenamiento de energía”, indican desde el NREL.

El almacenamiento de energía en forma de aire comprimido utiliza el exceso de electricidad para comprimir el aire en cuevas de sal subterráneas. Cuando la demanda eléctrica crece, esta energía puede liberarse a través de una turbina para proporcionar electricidad. Esta tecnología es rentable, pero pocas ubicaciones poseen las características geológicas necesarias, señalan desde el Laboratorio estadounidense, que explorará las posibilidades de un recurso más común: los pozos de gas de esquisto no convencionales agotados. Además de estudiar el almacenamiento en estos pozos, también analizará cómo almacenar el calor residual del proceso de compresión subterráneo para mejorar la eficiencia general de la tecnología.

En la actualidad cada vez más comunidades producen tanta energía como consumen. Estas comunidades dependen principalmente de grandes cantidades de energía solar fotovoltaica para alcanzar su objetivo. Sin embargo, en climas más fríos, como es el caso de Alaska, la mayor demanda de calefacción y la luz solar limitada durante gran parte del año hacen que esa meta de balance neto sea una meta más difícil de conseguir. La  geotérmica, tanto para producir electricidad como calor, podría ser una solución para estas zonas del planeta, aseguran desde el NREL. El objetivo del proyecto es lograr, además, que esta tecnología resulte financieramente viable, confiable y resistente en este tipo de comunidades.

Con el aumento de la inyección en la red de electricidad procedente de fuentes renovables intermitentes, como la eólica y la solar fotovoltaica, se requieren más fuentes de energía despachables que ayuden a mantener la estabilidad de la red. La energía geotérmica, que produce energía independientemente de la hora del día o las condiciones climáticas, podría ayudar a garantizar dicha estabilidad. Sin embargo, actualmente, la mayoría de las plantas de energía geotérmica ofrecen solo una salida de potencia constante ya que, económicamente, no es rentable reducirla.

El Laboratorio Nacional de Energía Renovable estudiará la posibilidad de acoplar una planta de energía geotérmica con un sistema de energía solar de concentración (CSP) para almacenar el calor adicional del sistema de CSP en el depósito geotérmico subterráneo. El calor solar aumentaría la temperatura del agua ya caliente en el depósito, mejorando el rendimiento, la eficiencia de la planta de energía y la despachabilidad de electricidad

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