Ecopetrol anunció el martes un nuevo ataque con explosivos contra uno de sus oleoductos en el sur de Colombia, cerca de la frontera con Ecuador. Este ataque, el séptimo contra la infraestructura de Ecopetrol en lo que va de año, registrado en la noche del lunes, puso en riesgo la vida e integridad de al menos 200 personas, pertenecientes a 60 familias de la vereda Buenos Aires, ubicada a unos 20 kilómetros del municipio de Orito, Putumayo.
Así lo planteó el director de la Unidad de Gestión de Riesgo y Desastre (UDGR) de Orito, Putumayo, Edison Ramírez, quien detalló que “hacia las 10:15 de la noche de este lunes nos reportaron haber escuchado una explosión y disparos en el Oleoducto Masonyá Orito”, lo que desencadenó un incendio en la zona. La empresa petrolera colombiana informó que al momento del ataque la tubería de 73,4 kilómetros y con capacidad para transportar alrededor de 24.000 barriles de petróleo diarios no estaba en operación.
Un comunicado de Ecopetrol dijo; “el atentado produjo un incendio. La empresa está a la espera de que la Fuerza Pública asegure el área para ingresar, establecer el tipo de afectación ocasionada y realizar de manera inmediata las labores de atención y reparación”. La empresa no atribuyó el ataque a ningún grupo, pero con frecuencia las autoridades militares acusan al Ejército de Liberación Nacional (ELN), una guerrilla conformada por más de 2.000 combatientes y considerada como un grupo terrorista por la Unión Europea y Estados Unidos, de los atentados a los oleoductos.
Esta región ubicada al sur de Colombia tiene extensos cultivos de coca y laboratorios para producir cocaína. Los rebeldes del ELN, los disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y las bandas criminales luchan por el control territorial en el área selvática.