Científicos de la Universidad de California están estudiando alternativas a la instalación de centrales de energía solar en terrenos que podrían usarse para cultivos, y han desarrollado un modelo que utiliza experimentaciones realizadas el Valle Central de California.
Se estudian cuatro tipos diferentes de terrenos alternativos para implementación de grandes instalaciones fotovoltaicas: tejados urbanos, muros y fachadas de edificios, terrenos demasiado salados para cultivos, terrenos contaminados o abandonados, y superficies acuáticas que permitan la realización de sistemas fotovoltaicos flotantes.
Los encargados en llevar a cabo las investigaciones han delineado una región de 58.815 km² del Valle Central de California para hacer sus cálculos y, utilizando modelos de radiación satelital desarrollados en el Laboratorio Nacional de Energía Renovable (NREL), han teorizado que estos cuatro tipos de superficie tienen el potencial de alojar instalaciones fotovoltaicas que generen al menos 17.348 TWh por año, un volumen alrededor de 13 veces superior a la demanda de electricidad anual prevista para California hasta 2025.
En países donde el espacio para la energía solar es limitado, particularmente en Japón y Taiwán, las alternativas como las instalaciones fotovoltaicas flotantes ya han comenzado a atraer el interés de los inversores, aunque los gobiernos en este caso tienen que enfrentarse con nuevas problemáticas debidas al intercambio entre energía y seguridad alimentaria. Aunque el espacio no represente una cuestión vital en California, la región sigue teniendo una fuerte impronta agrícola, y el uso eficiente de la tierra es una preocupación importante para el futuro.