La petrolera Petsa, subsidiaria de la empresa Mercuria, y Andes Energía integrarán una nueva sociedad denominada Phoenix Global Resources LTF. Estiman una inversión de U$S 160 millones para el 2018.
La Petrolera El Trébol (PETSA), subsidiaria en el país de la suiza Mercuria y Andes Energía anunciaron su fusión sumando los activos en producción y exploración de ambas en Argentina, con el objetivo de desarrollar el yacimiento Vaca Muerta, tanto en Neuquén como en Mendoza.
La nueva empresa se llamará Phoenix Global Resources”. El comunicado señaló que “este acuerdo creará una nueva compañía con fuerte presencia en las cuencas más prolíficas de petróleo convencional y no convencional del país Mercuria, especializada en la transacción de commodities a nivel global, ya poseía un 8 % de participación en Andes Energía.
Andes indicó que “Mercuria tendrá el 75 % de las acciones de la nueva compañía, mientras que los accionistas de Andes (entre los que se encuentran José Luis Manzano y Daniel Vila, entre otros) se quedarán con el 25 restante”. La acción de Andes que había sido suspendida mientras se cerraba este acuerdo volverá a cotizar tanto en el mercado de Londres como en el de Buenos Aires, donde registró un incremento de más de 200 % de su valor en los primeros seis meses del año.
Con esta fusión, las empresas creadoras de Phoenix Global Resources, se apoderarán de reservas por un total de 60,9 millones de barriles equivalentes y una producción mayor a los 11.000 barriles de petróleo equivalentes diarios. En el reservorio de Vaca Muerta poseen juntas 300 mil acres netos (unas 120 mil hectáreas). Para Vaca Muerta y los restantes proyectos, Phoenix estima “una inversión de U$S 160 millones en el próximo año”.
Michael Rake, el chairman de Phoenix Global Resources, afirmó en la comunicación a los inversores que observa “un gran potencial en la Argentina en la medida que el clima político y de negocios del país ha mejorado”. El empresario destaca el buen momento de Argentina para hacer negocios, y claro el macrismo supo ofrecer al capital extranjero condiciones a medida para que inviertan.
En el caso de Vaca muerta el Gobierno junto con la complicidad de la burocracia sindical del sector acordó un convenio laboral flexibilizado en detrimento de los trabajadores, pero para las petroleras implicó reducir el costo laboral entre un 30 % y un 40 %, según se estima.
En 2013 en la legislatura neuquina con represión se aprobó el fracking, y los votos del MPN y sus aliados kirchneristas para consumar la entrega de la concesión de Vaca Muerta a Chevron y Dow Chemical. Acuerdo que hasta tuvo cláusulas “secretas” y prorrogó la jurisdicción al imperialismo norteamericano.
