La gigante petrolera estadounidense, Chevron Corp. acordó comprar una refinería de petróleo en Texas con un pasado problemático y con espacio para gestionar el futuro flujo de esquisto desde sus operaciones en el occidente del estado, dijeron este lunes dos fuentes con conocimiento de las negociaciones.
Chevron Corp. revelaría este trimestre el acuerdo para adquirir la refinería con una capacidad de 112.000 barriles por día (bpd) ubicada en Pasadena, Texas, dijeron las fuentes. La planta es operada por Pasadena Refining System Inc., una unidad de la estatal brasileña Petróleo Brasileiro SA.
Hubo una demora en la negociación entre la petrolera estadounidense y la estatal brasileña, debido a la elección presidencial de Brasil por una parte y porque el operador de oleoductos Kinder Morgan Inc. se retiró de las discusiones para operar una terminal en el lugar como una empresa conjunta, dijeron las fuentes.
Braden Reddall, portavoz de Chevron, declinó hacer comentarios. Carlos Monteiro, portavoz de Petrobras en Rio de Janeiro, dijo que cualquier comunicación sobre un acuerdo sería informada al mercado. La estatal brasileña, profundamente endeudada, puso la planta a la venta a comienzos del 2018, después de que invirtió más de US$1.180 millones en ella desde que adquirió su participación inicial en la operación en 2006.
La estatal brasileña Petróleo Brasileiro SA., ha buscado dividir US$21.000 millones en activos para reducir su carga de deuda en medio de una serie de escándalos de corrupción, incluidos el presunto pago de sobornos a ejecutivos como resultado de la compra de la planta de Pasadena en 2006.
En Estados Unidos la rápida expansión de la producción de petróleo de esquisto, desde la Cuenca Pérmica en el occidente de Texas y Nuevo México, ha aumentado la demanda por capacidad de refinación e instalaciones de exportación de crudo en el país. La producción de crudo se ha disparado a un estimado de 3,8 millones de bpd este mes, desde 1,48 millones hace cinco años.