Con la meta de asegurar el autoabastecimiento de hidrocarburos el país sigue reacomodando sus fichas, mientras tanto aparece en el panorama una formación que ayudaría a darle un volumen adicional a los remanentes de crudo y gas. Se trata de la formación rocosa Umir, localizada en la parte norte de la cuenca del Valle Medio del Magdalena (VMM), en cuyo depósito natural se encontrarían los focos de hidrocarburos.
La Universidad Nacional, ha desarrollado un estudio donde señaló que en la citada formación, ubicada en jurisdicción del departamento de Santander y aledaña al municipio de Barrancabermeja, se detectó un alto potencial de producción de hidrocarburos tanto gaseosos como líquidos. La investigación fue adelantada por Elkin Mauricio Arboleda Muñoz (magister en Ingeniería de Recursos Minerales) de este centro universitario, con sede en Medellín, quien para establecer el hallazgo llevó a cabo el análisis de muestras de afloramiento (rocas superficiales) –como carbones, lutitas carbonosas y calizas– con el fin de determinar su potencial para generar hidrocarburos en el citado lugar.
Arboleda explicó que en esta zona se encuentra una de las cuencas de generación de hidrocarburos más importantes de Colombia, junto con la de los Llanos Orientales, donde tradicionalmente se han adelantado estudios sobre la disponibilidad de recursos en la formación conocida como La Luna, en la que en este momento se realiza extracción activa de petróleo.
Algunos analistas del sector petrolero del país explicaron que, con este descubrimiento, en la zona norte de la cuenca del VMM se comprueba que seguirá siendo una de las regiones más prospectivas para la producción de hidrocarburos en el país. Un estudio similar al citado, realizado por el Departamento de Geociencias, de la misma universidad, pero con sede en Bogotá, destacó que para la cuenca del VMM se espera aún encontrar aproximadamente 8.325 millones de barriles en hidrocarburos, y que además, se podrían llegar a contener al menos ocho campos con tamaños mayores a 500 millones de barriles.
Arboleda, precisó que al lado de la formación La Luna, se encuentra la formación Umir, que hasta el momento no ha sido tan abordada y sobre la que se centró su estudio para hacer el diagnóstico de su potencial. Arboleda desarrollo un estudio geológico denominado ‘palinofacies’, que sirve para identificar la materia orgánica proveniente de animales y plantas que se ha depositado en las rocas, la misma que es precursora de la formación de hidrocarburos, por lo que permite determinar el potencial de generación de estos compuestos.
Además el estudio sirvió para establecer si una roca puede o no ser potencial generadora de hidrocarburos, así mismo para verificar si la calidad de la materia orgánica es buena para este fin, además de su cantidad y madurez. Estos aspectos fueron evaluados por el investigador y magister en las muestras de afloramiento tomadas, en un trabajo de campo, tanto en la formación Umir, como en la formación La Luna, a través de análisis ‘petrográficos’, de “palinofacies y cromatografía liquida”, entre otros.
Subrayó la Universidad Nacional que para el desarrollo de la citada investigación, contó con el apoyo de la Universidad Federal de Río de Janeiro, donde Arboleda tuvo la oportunidad de hacer una pasantía para complementar su trabajo con la experiencia que tiene esta institución en la evaluación de potencial para la generación de hidrocarburos.
Recalcó Elkin Arboleda que a partir de ahí se determinó que casi todas las muestras de la formación Umir tienen la capacidad de generar hidrocarburos tanto gaseosos como líquidos, mientras que las muestras de la formación La Luna tienen capacidad de generar hidrocarburos de manera comercial, ya que posiblemente estas rocas ya los produjeron y estos migraron.
“Según las rocas analizadas, el petróleo que se está sacando de la cuenca del Medio Magdalena proviene especialmente de la formación La Luna, aunque como ya genera algunos hidrocarburos, no tendría un alto potencial. Todavía puede hacerlo, pero no tanto como la formación Umir”, comentó el catedrático.