En Argentina cada vez más empresas internacionales le ponen el ojo a Vaca Muerta y Tierra del Fuego. Entre ellos el multimillonario ruso, Mijail Maratovich Fridman, dueño de la firma DEA, la cual pertenece al holding inversor del ruso, LetterOne y la que se fusionó con la gran empresa alemana, Wintershall. Esto ocurre en las zonas del Mar Argentino donde se busca por gas y petróleo. Mijail Maratovich Fridman, es el hombre mitad ruso y mitad ucraniano con más dinero en todo el mundo. El empresario no solo es el dueño de la cadena de supermercados DIA, la cual decidió salvar con su empresa de inversión, LetterOne y hoy ya tiene casi el 70% de las acciones de la compañía.
El mismo se dedica a buscar inversiones que valgan la pena en petróleo, gas, telecomunicaciones, salud y energía, y al parecer esta vez fue el turno de la Argentina: Vaca Muerta y Tierra del Fuego son los lugares en los cuales DEA, una de las subsidiarias de Latterone, va a tener trabajo. Sin embargo esto no será un trabajo individual por parte de DEA, ya que la incursión en el territorio argentino fue posible tras una fusión con Wintershall, la gran empresa petrolera independiente de Europa que a principios de mayo decidió trabajar en conjunto con DEA y que también obtuvo las licencias de exploración están ubicadas aproximadamente a 300 km de la costa sureste de Argentina.
A principios del 2019, la explotación del territorio es una de las partes de la «ronda de licencias» llamada «Costas Afuera» u «off shore», ya que existe gran parte del Mar Argentino que sería una nueva fuente de energía. En medio de una crisis económica como es la que está atravesando Argentina actualmente, y en un período donde se comienza a discutir sobre el futuro del petróleo y las fuentes de energía, las empresas llegaron a Argentina para operar en Vaca Muerta, hoy en día la mayor fuente de energía petrolera en el país. Sin embargo Manfred Boeckmann, el director de Wintershall en Argentina, aseguró que las decisiones políticas del país no es algo que lo asuste.
Ya son 18 los yacimientos en los que participa la firma Wintershall DEA, aunque opera solamente en 3 a través de la empresa británica irlandesa, Tullow y asociada en participación con la compañía argentina Pluspetrol. Esto fue un problema ya que el actual Secretario de Energía del gobierno de Mauricio Macri, Gustavo Lopetegui, realizó una denuncia contra la empresa por realizar actividades cerca de las Islas Malvinas.
La llegada a Argentina de todas estas empresas mencionadas anteriormente no es algo nuevo, ya que de acuerdo a lo que explican desde Wintershall hace 40 años que trabajan en el país y 30 años en las costas de Tierra del Fuego, la oportunidad de explotar zonas «off shore», es decir: más allá de las costas, es un nuevo horizonte para estas empresas y donde tienen planeado hacer una gran inversión de cara a los años por venir. Muchos hablan de aproximadamente una inversión de US$700 millones entre todas las empresas internacionales interesadas, 13 en total, algunas de las cuales se nombró anteriormente.
Las empresas Wintershall y DEA actualmente es el principal productor independiente de petróleo y gas en Europa, así se describen en su página web oficial. Y con razón ya que tienen un alto grado de tecnología y de inversión en Europa, Rusia, el Norte de África, Sudamérica y de a poco en la región de Medio Oriente. De acuerdo a lo que anunciaron en mayo de 2019 al momento de su fusión oficial, el objetivo en cuanto a productividad es: » alcanzar los 750,000 a 800,000 barriles de petróleo equivalente por día entre 2021-2023, equivalente a una tasa de crecimiento de producción anual de 6-8%».
El accionar de estas empresas y la lucha por el territorio de explotación en Argentina, llega en un momento donde se está celebrando la Conferencia de las Naciones Unidas por el Cambio Climático, y cuando apenas una semana atrás el Parlamento Europeo declaró la emergencia climática, pero al parecer a las empresas europeas no les importó demasiado. Recordemos que el avance del calentamiento global y el cambio climático es un gran peligro para las empresas petroleras.