Colombia ha publicado los términos de referencia para sus proyectos piloto de fracturación hidráulica (fracking) y adjudicará contratos a cuatro proyectos a fines de este mes.
De acuerdo con un documento de referencia publicado en octubre por la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), se seleccionarán los cuatro proyectos más “favorables” de los que participan en el proceso de licitación. Lea el documento, en español, aquí .
Los pilotos en las cuencas del Magdalena Medio y Cesar Ranchería servirán como evaluación técnica, operativa y ambiental del fracking en Colombia. A partir de ahí, el gobierno puede tomar una decisión definitiva y adoptar una política sobre la técnica de perforación.
Previamente, ExxonMobil y ConocoPhillips, junto con la petrolera estatal colombiana Ecopetrol SA, expresaron interés formal en estos proyectos piloto.
El ministro de Energía, Diego Mesa, dijo el mes pasado que los pilotos probablemente se trasladarían a la perforación para fines de 2021 para que se pueda realizar un diagnóstico adecuado antes de que finalice el mandato del presidente Iván Duque en agosto de 2021.
La fracturación ha sido controvertida en Colombia y se ha visto empantanada por desafíos legales y de otro tipo.
El gerente general de Ecopetrol, Felipe Bayon, ha dicho anteriormente que considera que la fractura es clave para la seguridad energética a largo plazo del país.
Las reservas probadas de gas natural en Colombia eran de 3,1 Tpc a fines de 2019, equivalente a ocho años de producción, pero el director de la ANH, Armando Zamora, considera que las reservas contingentes de gas son ocho veces mayores.
Colombia tiene 55 Tpc de recursos de gas de esquisto técnicamente recuperables, lo que lo ubicaría en el quinto lugar en Sudamérica, según la Administración de Información Energética de Estados Unidos. Argentina tiene 802 Tcf y México 545 Tcf de recursos de gas no convencional técnicamente recuperables.
En América Latina, solo Argentina ha empleado la fracturación a escala comercial, en particular en la formación Vaca Muerta Shale. México ha practicado la técnica y existe una regulación, pero el actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador se opone.