Las condiciones adecuadas para cumplir los requisitos técnicos y ambientales que se necesitan para realizar fracking en el país, aún no están dadas todas. Esa fue una de las conclusiones de un estudio de la Contraloría General de la República (CGR), en el que se encontró que además de las deficiencias de las normas ambientales e hídricas para iniciar la explotación de Yacimientos No Convencionales (YNC), se adjudicaron bloques en 2014 sin tener un marco regulatorio claro.
Más de 200 páginas contiene el estudio que recogió una serie de conclusiones similares a las que entregó en febrero la Comisión de Expertos, un grupo de 13 especialistas que en su momento le recomendaron al Gobierno Nacional iniciar con la implementación de esta técnica, pero bajo ciertas condiciones sociales, ambientales y fiscales.
Carlos Andrés Santiago, coordinador de la Alianza Colombia Libre de Fracking dijo; “Este informe revela un trabajo técnico riguroso y ratifica la postura sólida y coherente de la Contraloría, que desde 2012 viene evidenciando los riesgos e impactos del fracking para las comunidades y el país, y solicitando la aplicación del Principio de Precaución”.
A pesar de que se hace mención de los posibles riesgos y afectaciones ambientales al emplear el fracking, uno de los puntos que más destacó la Contraloría fueron los estándares de regulación y la limitada capacidad institucional, que se ve reflejada, según ellos, en la adjudicación de bloques que se dieron en la ronda 2014 la cual se hizo sin un marco regulatorio ambiental.
“La Agencia Nacional de Hidrocarburos adjudicó bloques para la exploración y producción de YNC, en la Ronda 2014, sin tener un marco regulatorio ambiental ni el conocimiento básico que permitiera definir restricciones ambientales sobre la implementación del fracking, conllevando a riesgos ambientales o al establecimiento de escenarios futuros de reclamación”, explicó el órgano de control, a lo que advirtió: Lo anterior evidencia la falta de coordinación entre instituciones relacionadas con la implementación de políticas públicas como esta (el fracking)”.
El informe de la Contraloría se refiere a los contratos que tienen que ver con la asignación de obligaciones que se le dio a Parex Resources Colombia en ese año. No obstante, antes y luego de esta adjudicación se entregaron más contratos que aún están en lista de espera: uno a Ecopetrol en 2012, cinco a Drummond en 2008 y 2016 y dos a ConocoPhillips en 2015 y 2017, De acuerdo con la ANH, todos estos proyectos están quietos hasta que el Consejo de Estado y el Gobierno Nacional le de vía libre al inicio de los primeros pilotos de fracking.
El organismo de control aseguró, ante estos hallazgos, que la ANH, el Ministerio de Minas y Energía, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y la Anla deben propender por su articulación y fortalecimiento, con el fin de construir un marco regulatorio apropiado para el país, que le permita realizar un seguimiento a esta técnica y un control adecuado. Otra de las conclusiones que entregó la Contraloría fue que al país aún le falta establecer las condiciones adecuadas para cumplir los requisitos técnicos, ambientales e hídricos.
De hecho, destacó que al ser el fracking una técnica que requiere el consumo de volúmenes considerables de agua (en promedio 14.500 m3 por pozo) debe analizarse, bajo una óptica local-regional, los eventuales conflictos por el uso de agua. A esto se suma que la distribución espacial de los acuíferos, páramos, parques nacionales naturales y parques nacionales regionales frente a la delimitación de los bloques de YNC no presentan intersecciones en sus superficies. Sin embargo, según el organismo de control, hay proximidades en los pozos que podrían afectar estas fuentes hídricas.
María Fernanda Suárez, ministra de Minas y Energía, señaló; “Aumentar el factor de recobro, las posibilidades de exploración costa afuera (‘Off Shore’) y los YNC van a determinar la autosuficiencia petrolera de Colombia”. Los gremios, las empresas y hasta el Gobierno han señalado que la implementación de fracking en el país traería beneficios económicos. Según la ACP, los proyectos pilotos de YNC le aportarían a Colombia $100 billones en su etapa de desarrollo en los próximos 25 años.
Francisco Lloreda, presidente del gremio, indico; “Desarrollar los yacimientos no convencionales, a través del fracking, le permitiría a Colombia garantizar su autosuficiencia energética, es decir; que produzcamos lo que consumimos, por ejemplo, el gas.