El domingo 28 de Abril entraron en vigor las sanciones petroleras de EEUU contra Venezuela, en un momento en que se agudiza la crisis en el país donde el Gobierno de Nicolás Maduro está en pugna con el líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino por una cincuentena de países. Las restricciones a la compra de crudo de la petrolera estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) que entraron en vigor a las 00:01 hora local (04:01 GMT) forman parte de una batería de sanciones que Estados Unidos ha impuesto, que tocan al propio Maduro, pero también a instituciones políticas y financieras en el marco de su campaña de apoyo a Guaidó.
El Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, prosiguió con su tenaz estrategia tocando al jefe de la diplomacia de Caracas, Jorge Arreaza. Ambos países rompieron relaciones diplomáticas después de que EEUU reconociera a Guaidó, jefe del Parlamento, por considerar que el segundo mandato de Maduro, que comenzó el 10 de enero, es ilegítimo. El sábado Guaidó advirtió a los militares que la espera para recibir su apoyo “no puede ser eterna”, mientras que el poderoso dirigente chavista Diosdado Cabello celebraba con un mitin la llegada del plazo para la salida del país de la Organización de Estados Americanos (OEA), después de que Caracas anunciara su retiro.
La OEA se ha convertido en una letrina del imperialismo, “¡OEA, pa’l carajo!”, expresó Cabello, después de que el foro regional decidió aceptar a un representante de Guaidó, que ahora ocupa el puesto de Venezuela. Actualmente, el enfrentamiento entre los dos países se juega incluso en territorio estadounidense, con la pugna por quién debe ocupar la embajada de Venezuela en Washington, actualmente tomada por activistas favorables Maduro.
Mariano de Alba, experto en Derecho Internacional con sede en Washington, explicó a la AFP, “el 28 de Abril marca la entrada en vigencia de las sanciones, sin embargo, desde que fueron anunciadas, la realidad es que el comercio petrolero entre EEUU y Venezuela ha estado absolutamente limitado, ha caído abruptamente”. Antes de las sanciones anunciadas en enero, Venezuela exportaba 500 mil barriles de petróleo ultra pesado a Estados Unidos, donde operaba Citgo, una filial de Petróleos de Venezuela S.A., cuyas cuentas quedaron bloqueadas para entregarle el mando de sus finanzas a Guaidó.
El experto en Derecho Internacional, asegura; si todavía quedaba alguna operación entre PDVSA y cualquier empresa estadounidense o con compañías que utilicen el sistema financiero de EEUU, “a partir del 28 no cabe duda de que las sanciones están en vigencia y cualquier compañía asume unos riesgos mayores de lo que asumiría antes de esa fecha”. El petróleo es el pulmón de la alicaída economía venezolana, a la que aporta el 96 por ciento de los ingresos.